jueves, 17 de febrero de 2011

Aire.

Una ráfaga de aire, una fuerte ráfaga de aire que me vuelva invisible, que haga que mi cuerpo se deshaga en mil pedazos y todos ellos vuelen en una dirección, perdiéndose entre la espesura  de esta estúpida civilización. Tal y como le ocurre a aquel diente de león, esa bella planta, tan débil que una simple ráfaga de viento deshace aun sin quererlo.    

1 comentario:

  1. Preciosa la entrada!!
    me encanta como escribes :)
    Un besiito.

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