jueves, 27 de enero de 2011

Cuando un corazón lleva ventaja.

Y un amor se apaga, se va y deja atrás otro que sigue encendido, que sigue ardiendo como el primer día y este segundo amor siente que algo se rompe en mil pedazos, siente que algo se quiebra y sabe que nunca volverá a ser lo mismo, que nunca ese corazón podrá volver a ser el mismo. Porque cuando algo te oprime el corazón con tanta fuerza que apenas te deja respirar piensas que todo se acaba, que de ahí nunca podrás salir, que es algo que jamás lograras superar. Pero no es así el tiempo hace milagros, y es el tiempo quien se encargara de hacer que eso que te oprime el corazón desaparezca, o al menos ira perdiendo fuerza poco a poco, te dejara más libertad, más espacio para respirar y poco a poco iras aprendiendo a vivir de nuevo, aprenderás a ilusionarte, a sonreír e incluso aprenderás a enamorarte, si, a enamorarte de nuevo, porque el mundo no acaba, porque tu vida no acaba con un corazón roto, porque quizá no sea la única vez que se rompa o quizá sí, quizá después aparezca el amor de tu vida. Todo es saber esperar y arriesgar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario